Ámbitos de psicoterapia
Sesiones presenciales y online.
Las visitas en sesiones individuales son de 50 minutos. La duración del tratamiento se contracta conjuntamente según la demanda de la persona con el terapeuta. Va dirigida a todo aquel que necesite apoyo psicológico. La terapia individual se puede realizar en castellano, catalán, italiano e inglés.
En la terapia individual el cliente y el terapeuta se focalizan en los temas que traiga la persona con la finalidad de ayudarle a obtener una mejor calidad de vida.
Las técnicas utilizadas por el profesional están siempre al servicio de las necesidades del cliente. Constituye un espacio terapéutico en que la seguridad y la confidencialidad están en la base de su desarrollo.
La terapia de pareja se encuadra como el trabajo de la pareja con un terapeuta. Va dirigido a parejas que requieran de ayuda para afrontar y trabajar dificultades en la relación.
Las visitas pueden desarrollarse con ambos miembros de la pareja, y ocasionalmente realizar sesiones individuales con uno de los dos. La duración y frecuencia de las sesiones vendrá determinada por lo que el profesional valore necesario según la demanda de la pareja en cuestión.
La terapia familiar comprende el trabajo con todos los miembros de la familia, o con los miembros dispuestos a participar.
El terapeuta, o a veces dos terapeutas, recogen las dificultades que plantean la familia y les acompañaran en su resolución.
La duración y frecuencia de las sesiones se pacta con el profesional o equipo que lleve a la familia.
Va dirigido a todas aquellas familias, sea cual sea su estructura o configuración, que sientan que necesitan un acompañamiento para una mejor gestión de las dinámicas relacionales.
En la terapia de grupo, uno o más terapeutas trabajan juntos con un pequeño grupo de clientes, normalmente entre 5 y 10 participantes. El terapeuta selecciona los miembros del grupo para respaldar el proceso grupal.
Se obtienen beneficios terapéuticos positivos que no pueden obtenerse en sesiones individuales. Por ejemplo, los problemas interpersonales se abordan bien dentro de los grupos.. Se trabajan experiencias pasadas de cada persona, otras que ocurren en el presente fuera del grupo, y también con las interacciones entre los miembros del grupo y el terapeuta.
Es posible que estas interacciones no se perciban como completamente positivas, ya que los problemas que el cliente tiene en la vida diaria, se reflejarán inevitablemente en sus interacciones dentro del entorno del grupo. Sin embargo, esto permite oportunidades valiosas para que dichos problemas se resuelvan en un entorno terapéutico, generando experiencias, que luego pueden traducirse a la “vida real”.
Beneficios de la terapia de grupo
Unirse a un grupo de extraños puede parecer intimidante al principio, pero la terapia de grupo proporciona beneficios que la terapia individual no puede ofrecer. Los psicólogos dicen, de hecho, que los miembros del grupo casi siempre se sorprenden de lo gratificante que puede ser la experiencia del grupo.
Los grupos pueden actuar como una red de apoyo y una caja de resonancia. Otros miembros del grupo a menudo lo ayudan a idear ideas específicas para mejorar una situación difícil o un desafío de la vida, y lo hacen responsable en el camino.
Hablar regularmente y escuchar a los demás también le ayuda a poner sus propios problemas en perspectiva. Muchas personas experimentan dificultades de salud mental, pero pocas hablan abiertamente de ellas a personas que no conocen bien. A menudo, puedes sentir que eres el único que lucha, pero no lo eres. Puede ser un alivio escuchar a otros hablar sobre lo que están pasando y darse cuenta de que no está solo.
La diversidad es otro beneficio importante de la terapia de grupo. Las personas tienen diferentes personalidades y antecedentes, y miran las situaciones de diferentes maneras. Al ver cómo otras personas abordan los problemas y hacen cambios positivos, puede descubrir una amplia gama de estrategias para enfrentar sus propias preocupaciones.
Si bien los miembros del grupo son una valiosa fuente de apoyo, las sesiones formales de terapia grupal ofrecen beneficios más allá de la autoayuda informal y los grupos de apoyo. Las sesiones de terapia grupal están dirigidas a enseñar a los miembros del grupo estrategias comprobadas para manejar problemas específicos.
Los talleres son una modalidad de trabajo personal intensivo de corta duración, que varía entre uno o varios días. También son una oportunidad de profundización teórica para los profesionales que lo deseen.
Hay uno o varios psicoterapeutas que imparten el taller y el número de participantes es acotado según las características del mismo. El objetivo es que la persona trabaje sobre el tema que el taller propone.
Los talleres están abiertos a psicólogos y coachs, counselleurs, psicoterapeutas, asesores de organizaciones, enfermeras, médicos de familia, psiquiatras, profesores y público en general interesado. También a los pacientes o clientes que les pueda ser de ayuda, debido al carácter de trabajo de crecimiento personal del taller.
Servicios que ofrecemos
Hay momentos en la vida en que sentimos que estamos bloqueados y que hay uno o varios factores que no nos permiten sentirnos serenos con nosotros y/o con los demás.
En estos momentos, la terapia es una herramienta que facilita que la persona pueda explorar la situación en la que se encuentra y encontrar salidas creativas y personalizadas.
Con la ayuda de un otro, el terapeuta, que tiene una mirada distinta y fresca sobre lo que ocurre, y puede ofrecer un espacio de intimidad en el que profundizar sobre qué realmente nos está bloqueando y por lo tanto, no nos permite crecer.
La presencia de ese otro nos aporta esa serenidad para poder tomar decisiones que necesitamos para avanzar hacia un mayor bienestar.
El duelo es un proceso natural ante una pérdida, ya sea de una persona significativa o de un estado vital (separación, maternidad/paternidad), o un cambio significativo (hogar, trabajo).
El duelo, o proceso de asimiliación de la pérdida, se considera que es problemático cuando la persona no asimilia su significado e impacto en su vida, y esta pérdida sigue siendo dolorosa hasta el punto de no permitir vivir con tranquilidad.
Los trastornos de la conducta alimentaria son unos de los problemas de salud mental de mayor impacto en nuestra sociedad.
Se consideran trastornos reversibles, es decir, que se pueden curar.
Entre ellos se encuentra: la Anorexia, la Bulimia, el Trastorno por atracón, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria no especificados.
El abordaje de los mismos se centra en entender cuál es el trasfondo de malestar que existe tras el síntoma relacionado con el cuerpo y la comida, y ayudar a la persona a lograr las herramientas adecuadas para gestionar dicho malestar.
La Unidad de psicoterapia con adolescentes, está enfocada a la resolución de conflictos que se puedan dar a nivel personal del adolescente.
La psicoterapia con adolescentes, pretende hacer hincapié en una adecuada evaluación, desde un punto de vista integral, identificando el origen del problema, por qué se está manteniendo y de qué manera podemos solucionarlo, mediante un tratamiento personalizado dependiendo de cada situación. Y sabiendo que podemos contar con el apoyo familiar siempre que sea necesario.
El trauma se refiere a aquellas experiencias vitales cuyo impacto en la persona lleva a secuelas en como la persona se relaciona con uno mismo, con los otros y/o con el mundo en el que vive.
Podemos diferenciar entre Trauma con T mayúscula, como una violación, la pérdida abrupta de un trabajo o de una pareja o de un ser amado, un cambio de lugar vivir, un atraco, un accidente aéreo… es decir eventos concretos en el tiempo que sacuden las bases de la persona, y también tenemos el trauma con t minúscula. Este tipo de vivencias puede que no sean tan estridentes como las anteriores, sin embargo pueden ser igual sino más traumáticas, en el sentido de dejar secuelas en la persona. Nos referimos a esos patrones de relación dolorosos de la persona con un otro significativo, patrones de relación que han sido o son consistentes en el tiempo y en la frecuencia en que suceden.
Nos referimos a aquella parte de lo que hemos aprendido desde nuestra infancia sobre nosotros mismos, los otros y como relacionarnos, que no ha podido ser elaborada y supone una herida relacional para la persona.
Dichas heridas pueden ser de distinta intensidad, podemos hablar de abusos a la persona (físicos, emocionales) o de situaciones de humillación que marcan la manera de ser del individuo o bien el experimentar de manera repetida de que en el contexto familiar hay alguna o varias emociones que la persona siente que no son bien recibidas. Si esto se repite de manera sistemática (no sientas seria el mensaje de fondo) tendrá un impacto negativo enorme en como la persona se relacionará con sus emociones, como las compartirá y como las gestionará. Esto puede conducir a la persona a repetir patrones relacionales que reafirmarán que no es bueno que sienta y, por lo tanto que si lo hace es que hay algo malo en él.
Muchas veces los seres humanos empleamos diversas estrategias y recursos para gestionar situaciones complejas y emocionalmente difíciles. Cada persona es distinta, por lo que, lo que resulta difícil y duro para unos, no tiene por qué serlo para todos; entonces, si la manera que tenemos de lidiar con una determinada situación es sana y adecuada, esta no repercutirá negativamente en nuestro bienestar.
El problema surge cuando afrontamos situaciones en las que, al sentirnos sobrepasados, recurrimos al uso de sustancias tóxicas como el alcohol, drogas, etc., o a ciertas conductas como los juegos de azar, videojuegos, sexo compulsivo…, que afectan nuestras relaciones y desempeño, produciendo deterioro en la calidad de vida.
Hablamos de una adicción cuando hay una conducta que se repite de manera más o menos sistemática, frecuente y que produce un malestar físico, psíquico y emocional significativos en quien realiza la acción, además de afectar aspectos cotidianos de la vida (el trabajo, los estudios, la convivencia, y las relaciones sociales, entre otros). Es común que la persona experimente pérdida de control y se convierta psicológicamente dependiente de esta actividad concreta.
Existe una diferencia importante entre las personas que atraviesan dificultades por el uso de una sustancia psicoactiva y las personas que tienen problemas con conductas que no implican consumo de tóxicos. Es así como se puede hablar de adicciones a sustancias y socioadicciones, definidas estas últimas como trastornos de dependencia vinculados a usos, costumbres o actividades diversas, no relacionadas con la ingesta de sustancias químicas. Su uso no es siempre dañino en sí mismo, e incluso pueden ser necesarios o socialmente aceptados.
Las adicciones más comunes por el uso de drogas o sustancias psicoactivas se deben al consumo de: alcohol, cannabis, coca, drogas sintéticas o al abuso de medicamentos sin el control médico necesario. Por otro lado, dentro de las socioadicciones, encontramos: relaciones personales (dependencias grupales o dependencias interpersonales), juego (videojuegos, ludopatía), internet, sexo y compras.
¿En qué te puede ayudar la psicoterapia?
La psicoterapia con un especialista en adicciones puede contribuir a generar un plan de acción realista para que puedas encontrar la forma más adecuada para ti de lograr el cambio que estás buscando. Dejar de consumir un tóxico o dejar a un lado una socioadicción es un camino que requiere aparte de un esfuerzo y compromiso con uno mismo, poder contar con un espacio seguro en el que te sientas comprendido y tengas la asesoría necesaria para recorrer el camino de recuperar tu vida, además de sanear tus relaciones.
Las personas que conviven con esta enfermedad pueden sentir no sólo mucho dolor, desesperación, frustración y vergüenza; sino que, también, pueden encontrar dificultad para verse a sí mismas como realmente son. Uno de los objetivos de la psicoterapia es poder ser auténticos y autónomos.
Si sientes que necesitas acompañamiento o ayuda porque te sientes identificado con algo de lo que has leído en esta sección, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Las dificultades en las relaciones interpersonales pueden surgir por múltiples razones. No obstante, lo más usual es que exista en la base una incapacidad para resolver los conflictos de manera asertiva.
El encuentro entre dos personas también es el encuentro de dos mundos, de dos perspectivas que no siempre tienen por qué coincidir. La manera en la cual manejemos esas discrepancias será fundamental para mantener relaciones que nos nutran y con las que podamos desarrollarnos.
La pareja es una de las relaciones más significativas que establecen las personas. Aporta estructura, afecto y estabilidad.
Cuando aparecen problemas conllevan malestar, que se puede expresar en forma de conflictos abiertos recurrentes, falta de intimidad física y emocional, problemas de comunicación, infidelidad, celos, insatisfacción sexual, conflictos con las familias extensas y de origen, agresividad y violencia, separaciones o divorcios difíciles, problemas con el manejo de los hijos, ansiedad, depresión y baja autoestima.
La dependencia emocional se produce cuando no tienes responsabilidad completa sobre tus sentimientos y tu autoestima y bienestar depende de otros, normalmente de tu pareja. La dependencia afectiva es una adicción hacia otra persona, una necesidad desmesurada del otro, que conlleva a renunciar a la libertad personal para emprender un camino que conduce a una felicidad ilusoria.
En su base se encuentra un patrón de necesidades emocionales insatisfechas que la persona intenta cubrir estableciendo una relación de dependencia afectiva. Como resultado, el dependiente emocional pone su relación con la otra persona por encima de todo, incluyendo a sí mismo. Esta persona no desea que nada se interponga en su relación, de forma que va abandonando paulatinamente sus aficiones y actividades diarias, para poder pasar cada vez más tiempo con el otro, hasta que llega a convertirse prácticamente en su sombra.
Las relaciones familiares o con las personas significativas de las personas es un aspecto de nuestro día a día que ocupa gran parte de nuestra vida.
Que haya dificultades en dichas relaciones es desgastador para todos los miembros implicados a uno u otro nivel.
Las personas que estructuran nuestras relaciones familiares les pasan cosas y crecen y cambian como lo hacemos nosotros. Esto puede ser fuente de distanciamiento si no se contempla como un proceso al que hay que prestarle atención y cuidado.
Es por ello que el trabajo que realizamos se enfoca a la mejora del funcionamiento de la familia a diferentes niveles (comunicativo, organizativo, colaborativo), a un aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros de la misma y al desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de conflictos ante diferentes dilemas y situaciones de la vida.
La sexualidad es uno de los aspectos más íntimos y centrales de la vida adulta. Es, al mismo tiempo, un tema mucho más complejo de lo que parece, ya que no solo abarca la vida sexual y/o sentimental, sino que también tenemos que hablar de la identidad sexual, la orientación sexual, las habilidades sociales para con las personas que nos atraen sexualmente, la aceptación de nuestro propio cuerpo y la relación que mantenemos con él, los mitos y creencias sexuales, los aprendizajes recibidos a lo largo de nuestra vida, las expectativas sexuales que acabamos manteniendo.
Mediante la escucha activa y libre de juicios, pretendemos comprender a la persona que solicita la terapia y el problema que nos plantea, siempre desde el respeto, y partiendo de la base de que para que la terapia funcione es necesario que quien la solicita se encuentre con un espacio de seguridad y confianza en las sesiones.
Ser padre o madre supone un cambio y un impacto en la vida, que despierta sensaciones, pensamientos, emociones y recuerdos que se encontraban poco visibles. Acompañar a la persona a vivir este cambio de forma que no afecte a su bienestar es principal para asegurar una crianza positiva.
Ofrecemos servicio online como complemento a las sesiones presenciales. En determinadas ocasiones ya sea por la mobilidad de nuestros clientes, o por cuestiones de disponibilidad o localización, es difícil poder asistir a sesiones presenciales. Por este motivo y atendiendo a esta necesidad creciente, ofrecemos la posibilidad de disponer de un espacio psicoterapéutico adaptado al formato online. En aquellos casos en los que previa evaluación se contemple oportuno.
The individual therapy is structured on the basis of individual visits with the therapist, normally they are of one hour duration and the duration of the treatment is contracted jointly according to the demand of the person with the therapist.
In individual therapy, the client and the therapist focus on the topics that the person brings in order to help them obtain a better quality of life.
The techniques used will vary according to the professional, and these will always be at the service of the client’s needs. It constitutes a therapeutic space in which security and confidentiality are the basis of its development. It is aimed at anyone who needs psychological support. Individual therapy can be done in Spanish, Catalan and English.
Equipo psicoterapeutas del CEP Eric Berne

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